EL HOMBRE Y LOS DOS ÁRBOLES
Para poder comprender la realidad cuando hablamos de “evangelio”, que traducido es “Buenas Noticias”, hemos de remontarnos hasta un poco antes de este tiempo cronológico en el que estamos parados, estación en la que nos encontramos inmersos a consecuencia de un suceso que hoy te voy a tratar de transmitir. Vamos allá: DIOS forma al hombre usando dos substancias esenciales (polvo de la tierra y Su propio aliento divino) con el propósito de expresarse a sí mismo en la creación. Paralelamente se nos muestran dos árboles que van a determinar el recorrido de todo este viaje: El Árbol de La Vida y El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal (Génesis 2) . Y allí estaba Adán, parado frente a estos dos individuos arbóreos, sin un reloj que le persiguiera, desnudo, creado en una condición inocente y libre. Sin inclinaciones ni hacia la vida, ni hacia la muerte, en un estado neutral. Y claro, para tener un entendimiento completo acerca de este asunto, vamos a ir un poco hacia atrás en la eter