EL HOMBRE Y LOS DOS ÁRBOLES

Para poder comprender la realidad cuando hablamos de “evangelio”, que traducido es “Buenas Noticias”, hemos de remontarnos hasta un poco antes de este tiempo cronológico en el que estamos parados, estación en la que nos encontramos inmersos a consecuencia de un suceso que hoy te voy a tratar de transmitir. Vamos allá:

DIOS forma al hombre usando dos substancias esenciales (polvo de la tierra y Su propio aliento divino) con el propósito de expresarse a sí mismo en la creación. Paralelamente se nos muestran dos árboles que van a determinar el recorrido de todo este viaje: El Árbol de La Vida y El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal (Génesis 2). Y allí estaba Adán, parado frente a estos dos individuos arbóreos, sin un reloj que le persiguiera, desnudo, creado en una condición inocente y libre. Sin inclinaciones ni hacia la vida, ni hacia la muerte, en un estado neutral. Y claro, para tener un entendimiento completo acerca de este asunto, vamos a ir un poco hacia atrás en la eternidad.

Como te he mencionado anteriormente, el propósito de DIOS es expresarse en el hombre y reproducirse en Él. En este punto de la eternidad había tres integrantes, estaba DIOS, estaba el hombre y un tercer participante que se había sublevado en contra de DIOS, consolidándose como el Adversario de DIOS (Isaías 14; Ezequiel 28). Para poder visualizar esto, necesitamos ver qué hacen allí y qué representan estos árboles. DIOS instruyó claramente a Adán acerca de lo concerniente a participar de ellos. Esto era un asunto de Vida o Muerte. El vivir y el andar de este hombre después de ser creado consistía en la relación que tenía con ellos. A una mano, el Árbol de La Vida y a la otra, el Árbol del Conocimiento del Bien y de Mal. La instrucción de DIOS fue la siguiente: Si participas del árbol de La Vida, tendrás Vida, si participas del árbol del conocimiento del bien y del mal, morirás. Tal era la libertad de elección del hombre.

El Árbol de La Vida era de la misma naturaleza que DIOS. El hecho de que el hombre comiera de él, produciría un "rebrote" de DIOS mismo en el propio hombre, lo que llamamos un retoño, ya que parte de la naturaleza de Adán era de tierra. Si el hombre comía del fruto de este árbol que contenía en su interior la semilla de DIOS, esta semilla germinaría y se reproduciría en el universo un hombre con naturaleza divina, es decir, El Hijo de DIOS. El Adversario siendo consciente de este propósito, se embarcó en la empresa de usurpar esta idea viendo la posibilidad de reproducirse a sí mismo imitando este diseño. Para ello era necesario que el hombre comiera del árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, porque la semilla del fruto de este árbol contenía el ADN del Adversario.

Ahora el hombre era el que tenía en sus manos el contener en su interior a DIOS mismo y ser un todo con Él o el mezclarse con el Adversario, este es, Satanás, y acabar fusionándose con él, también reproduciendo un hombre diabólico, es decir, un Hijo de Satanás. Ahora te puedo decir con certeza Bíblica que en todo el universo hay un solo asunto: o estás mezclado con DIOS o estás mezclado con su Adversario Satanás.

Este es el escenario en que se hallaba el hombre. DIOS, a un lado, es la fuente de la vida, representado por el Árbol de la Vida; Satanás, al otro lado, es la fuente de la muerte, representado por el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal; y Adán, en el centro, en una posición neutral con sus dos manos receptoras.

El Árbol de La Vida es como hallar un árbol frutal entre los árboles del bosque, sentarse bajo su sombra y comer de sus dulces frutos. El hombre se podía sentar bajo su protección y sombra y disfrutar de todas sus riquezas (Cantar de los Cantares 2). Este árbol es como la vid y si el hombre llegaba a comer, acabaría siendo como un rebrote de DIOS mismo (Juan 15). Por el contrario, El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal significaba para el hombre encontrarse sólo bajo la única dirección de su conciencia, vendido a las manipulaciones del Diablo. Dijo DIOS que comer de él era hallar la fuente misma de la muerte (Génesis 2.16).

Como sabemos, él hombre fue inducido a tomar de esta segunda fuente, El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Adán cometió el error y por consecuencia recibió a Satanás dentro de sí mismo (Genesis 3). Comió del fruto que contenía la semilla del Adversario y éste creció en él. El fruto de Satanás fue sembrado en Adán tal como una semilla en tierra, de esta manera, Satanás creció en Adán y llegó a ser parte de él y todavía permanece en la raza humana. Ahora podrás empezar a ver de dónde vienen todas las averías y vituperios que inundan este sistema del que mucha gente concluye ciertamente con la expresión: “Es toda una mentira”. Un hombre con una perspectiva final de muerte, con un transcurso de vida intentando huir de la enfermedad, atado y adicto a todo lo que se le pone por delante y además intentando ocultar todo bajo una falsa apariencia basada en una total falta de identidad. Un verdadero Caos.

Todo esto y mucho más, de lo que podríamos estar charlando durante horas y horas, nace de una naturaleza que fue inoculada en el hombre a través de la simiente de Satanás. Esto es lo que la Biblia define como Pecado, que traducido del hebreo es “errar el blanco”. Un despropósito absoluto. Y fíjate, si ahondamos podemos ver que al comer Adán, este mal quedó integrado en su cuerpo. En algunas cartas bíblicas se confirma esto (Romanos 7). Satanás quedó personificado como Pecado en el hombre gobernándole, dañándole, corrompiéndole, dominándole y lo que es peor, matándole. Todo esto se expresa en deseos desordenados que nunca quedan satisfechos dejando al cuerpo del hombre en un estado que en la Biblia se define como “carne” (Gálatas 5.16)

La caída del hombre no se trata de que el hombre cometiera algo en contra de DIOS, sino de que el hombre recibiera a Satanás dentro de sí mismo (Efesios 2.2). El Adversario estaba muy contento y se jactaba de haber logrado apoderarse del hombre. Pero DIOS, quien parecería estar fuera de juego, dijo: “Yo me encarnaré”, “Entraré en el hombre y me vestiré de hombre” (Isaías 9.6; Juan 1, Filipenses 2.6-11; Colosenses 1.15; Hebreos 1.2-3; 1Timoteo 3.16; etc.)

JESUCRISTO. 

Una situación complicada, DIOS y Satanás dentro del mismo hombre (Números 21.9>Juan 3.14 y ; 1Corintios 5.21; Romanos 8.3). Aquí te voy ha hacer una aclaración. El hombre es un ser tripartito que se expresa así: espíritu, alma y cuerpo (1Tesalonicenses 5.23). En una parte, en el cuerpo carnal, el Pecado estaba dentro del hombre corrompido. Pero no había pecado en el interior de Jesús. Él era un hombre que tenía la semejanza de la carne pecaminosa, la cual es semejanza de Satanás. JESUCRISTO, un espíritu y un alma en poder de DIOS y un cuerpo semejante al del hombre caído. Después de que Dios se hizo hombre, y se vistió como tal, tenía a Satanás dentro de sí, en su carne. DIOS llevó a ese hombre a La Cruz. "El éxito" de Satanás consistió en que sólo le proporcionó a DIOS la manera de darle muerte fácilmente. Pensó que el hombre sería su solución, pero fue su trampa. 

Satanás quedó atrapado en el hombre a merced de que el verdadero Señor del hombre venga y lo mate. A un alto precio, por supuesto, pero esa fue la obra de JESÚS, destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte (Hebreos 2.14). DIOS se vistió de hombre corrompido y llevó a este hombre a la muerte en la cruz. Es por esto que Satanás tiene miedo a la cruz, y es por esto que el Señor nos dijo que creyéramos en Él, le siguiéramos y tomáramos la cruz, ya que es la única arma con la cuál queda vencido (Mateo 16.24; Lucas 9.23; Apocalipsis 12.11). Definitivamente el que quedó atrapado en la cruz fue Satanás. JESUCRISTO resucitó. Satanás NO.

Así que después de este hecho milagroso de JESUCRISTO en la cruz, el ser humano puede hallarse en dos estados. Puede estar en Adán o puede estar en CRISTO (Romanos 5.12-17; 1Corintios 15.45-50). En Adán vienes por consecuencia de nacer de cualquier vientre materno en este mundo, en CRISTO se entra por fe (Juan 1.12-13). Hay dos hombres en la tierra: Adán y CRISTO. Tu eliges. ¿Parecido al relato del comienzo no?

Hay Buenas Noticias en CRISTO, hay Evangelio. No te quedes en Adán. ¡Sal de allí Ya! Entra en CRISTO, Hoy, creyendo en tu corazón (Romanos 10.10). En Adán hay perdición eterna, no vale, es un diseño abortado (Mateo 25; Romanos 5.15-17; Hebreos 9.27). CRISTO ya cumplió su parte en la cruz ahora te toca a ti. 

Y si has creído, permanece en Él, no te vayas ni a izquierda ni a derecha (Isaías 30.21; Proverbios 4.27). ASEGÚRATE de que has nacido de arriba (Juan 3.3) y que CRISTO está viviendo su vida en ti (Gálatas 2.20), la religión no sirve para esto (Gálatas 6.15; 2Corintios 5.15; Romanos 6.4; Efesios 2.10). Deja que lo que estaba destinado en ti para muerte, muera, y experimenta tu vida nueva (Efesios 4.22-24). En la cruz está el poder (Mateo 10.38; 1Corintios 1.18; Hebreos 12.2).

También te recuerdo que CRISTO no es un “modelo” a imitar, NO (Romanos 6.4-8). Se trata de que Él viva Su Vida en ti, esa es La Cruz que debes tomar (Gálatas 2.20). No se trata de hacer buenas obras. Él va a producir en ti ese deseo por consecuencia, no es este el objetivo (Filipenses 2.13). Se trata de morir a tu vida, a tus deseos, a tus planes y proyectos para conocer directamente a DIOS. Se trata de que tu entres en su diseño, no de que le dejes entrar en el tuyo. No funciona así. Él es DIOS. Además, todo aquello que buscas, la satisfacción, el gozo, la felicidad, la paz, el descanso, la eternidad, la libertad en este universo, sólo se puede hallar en Él (Gálatas 5.22-25). CRISTO es el diseño que funciona.

Mira, ¿dónde está Satanás? En tu carne. ¿Tu carne dónde está? En la cruz (Gálatas 5.24). Y Yo ¿Dónde estoy? Sepultado con CRISTO (Romanos 6.4), más aún ¡estoy resucitado con CRISTO! (Romanos 6.5-11). Recuerda que el pueblo de Israel cuándo salió del agua de la muerte (mar Rojo) fue sacado del agua, pero faraón y su ejército quedaron sepultados. Esto  quiere decir que CRISTO dejó a Satanás sepultado en la tumba y nos resucitó con Él para hacernos uno con CRISTO (1Pedro 1.3). Y aún más, nos sentó con Él en su trono (Efesios 2.6-10) para que gozáramos de su Gracia. Se trata de Hechos por Fe. Nuestra misión es apartarnos del medio y creer en los hechos de JESÚS en la cruz que son los que nos posibilitan a andar en esta nueva vida. Somos resucitados por comer de CRISTO, El Árbol de La VIDA (Juan 6.56-57).

Resumiendo. El hombre fue arruinado por Satanás cuándo Satanás entró en Él, pero DIOS por medio de la encarnación, se “vistió” de hombre, quien tenía a Satanás dentro de sí,  lo llevó a la cruz, dio muerte a este hombre que contenía a Satanás, y sepultó al mismo en la tumba. Entonces Él introdujo al hombre en la resurrección, y por medio de esa resurrección  el hombre llegó a ser uno con DIOS. Ahora DIOS está en CRISTO en el espíritu de todos aquellos que han creído y han nacido de nuevo.

Gozo, ¡Sí!, Cruz, ¡También! Sin gozo no hay Cruz, y sin Cruz no hay gozo. Cuando alejamos nuestra carne del poder de la cruz, Satanás entra en acción para hacernos vivir en “su gran mentira”. Por esto el vivir en el espíritu y aplicar la cruz a la carne (Efesios 4.29) es nuestra vidaAsí podrá verse ese tesoro que llevamos por dentro en estos vasos de barro (2 Corintios 4.7), el misterio revelado: “CRISTO EN NOSOTROS, LA ESPERANZA DE GLORIA” (Colosenses 1.27).

El resultado de todo esto, la conclusión de La Escritura para el destino de estos dos árboles será simplemente esto: por una parte, para Él Árbol de la vida, tenemos la nueva Jerusalén (Apocalipsis 21); por otra para Él Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, el lago de fuego (Apocalipsis 20.14-15). La Nueva Jerusalén es la expresión de DIOS en CRISTO manifestado en el hombre resucitado y el Lago de Fuego es la destrucción final de Satanás. La Nueva Jerusalén sólo alberga un árbol (Apocalipsis 22.2), El de La VIDA, del que comerán todos aquellos que se hayan arrepentido y hayan sido lavados en CRISTO (Apocalipsis 22.14-15), no dejando su primer amor (Apocalipsis 2.7). El segundo árbol será separado y lanzado al lago de fuego con Satanás y todas las personas y todas las cosas relacionadas con Él (Isaías 66.24; Mateo 5.22; Mt. 13.50; Mt. 18.8; Mt.25.41; Apocalipsis 19.20; Ap.20.10-15).

Este final es drástico (Proverbios 2.21-22), real, esencial, y glorioso. ¡No se te ocurra quedarte en Adán!! ¡Está por desaparecer junto con Satanás hacia una eterna destrucción excluidos de CRISTO!! (2 Tesalonicenses 1.8-9) No quedará ni huella de él en este lugar. El Universo es para CRISTO, Todo es para Él y para los que están en Él, este es el diseño de DIOS (Romanos 11.36; Salmo 37). Es un error comer del Árbol del Conocimiento, esto no se trata de buenos ni malos. En CRISTO vives, en Adán mueres. Punto. Pierde tu vida y la hallarás (Mateo 16.25-26). La religión No salva. El evangelio es una Persona, la iglesia es una Persona, en El vivimos, TODO ES ÉL, se trata de estar en conexión directa con la realidad. DIOS ES REAL. (Juan 6.57; Hechos 17.28; Romanos 14.11; Colosenses 1.17; Hebreos 3.12)

La redención consiste en que DIOS te recobra al estado original para el que fuiste creado. Tu no puedes hacer nada por mejorar tu vida ni por salvarte de la muerte. Para DIOS esto es posible en CRISTO, cree con todo tu corazón y ¡ya!, confiésalo y vive en CRISTO para siempre. Arrepiéntete simplemente, no te flageles. Hay que pensar que DIOS hizo el máximo por su parte, dio a Su Hijo a morir en una cruz como precio por tu rescate. Luego lo resucitó, y a ti, si quieres, Ahora mismo, Allí donde estás, te resucita con Él. ¡Ya!. Ahora depende de ti, es tu decisión ¿De qué árbol vas a comer? Mira, esto es amor:

“En esto está el amor: No en que nosotros hayamos amado a DIOS, sino que Él nos amó y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.” (1Juan 4.10)

Así llegará el día cuando DIOS y el hombre seamos sólo una única expresión. El día de CRISTO.

 

Gracias a ti por leer.

 

Gracias DIOS por CRISTO,

 


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